Sheila Martín nace en 1981 y, cuarenta años después, está al frente del consistorio que la vio nacer, Pozuelo de Zarzón, un municipio amurallado por olivos y que cuenta con El Olivarero como guardián. ¿La razón? Que, como explica, uno puede irse del pueblo; pero el “sentimiento y la identidad de mi pueblo” persisten. Así, vuelve tras dejar su localidad natal a los nueve años para “ayudar a vecinos y vecinas desde la cercanía y el conocimiento con energía y empatía” porque, como resume, “me encanta ofrecer mi ayuda a los demás”.
Una de las razones que la llevan a la Alcaldía, apunta, es “luchar junto a sus vecinos contra la despoblación rural que llevamos año sufriendo”. Según los datos del INE, este municipio de la provincia de Cáceres ha vivido una sangría demográfica que le ha hecho pasar de más de 1.200 habitantes en 1960 a rozar los 500 en 2018. Ante este desafío, Sheila aplica la receta “de siempre en política local: estamos a pie de calle, conociendo en cada momento las necesidades y dando soluciones inmediatas”.
¿Y qué es la FEMP para la Alcaldesa de un municipio como este? “Una asociación donde se vela por los intereses de las Entidades Locales, por lo que afecta a los municipios pequeños, como el mío”. ¿Y qué necesita para seguir luchando? “Los municipios deberíamos tener más autonomía local, el poder decidir donde invertimos y gastamos el dinero que nos pertenezca. La política local debería ser más escuchada porque conoce las necesidades y la resolución de problemas inmediatos”.