-¿Por qué la política local? ¿Qué te lleva a la política local?
La política local por amor a Bonansa. La política en general por vocación. Desde niño siempre me rondaba la idea de que las cosas podían estar mejor. Luego fui consiente de lo que había atravesado este país, de que lo que meses antes de nacer el franquismo había dado su último estertor un 23 de febrero, de que la democracia es algo frágil y que debemos cuidar y practicar. Para eso la política, para ser mejores en conjunto
-Alcalde/Alcaldesa…, ¿para qué Alcalde/Alcaldesa?
Alcalde para hacer, para ayudar, para acompañar a los vecinos y vecinas y que sepamos aprovechar las oportunidades que generan las transformaciones socio económicas que vive el Pirineo.
¿Qué sabes de ella?
Conocía su existencia desde antes de ser Alcalde. Sé que es imprescindible la asociación de los municipios. Dentro del entramado institucional de España todavía da la impresión de que los Ayuntamientos somos menores de edad. Sólo asociándonos podemos dar al mundo local el lugar que le corresponde.
¿Qué relación tienes con la FEMP, la usas?
Mi relación con la FEMP es estrecha, participo de una de sus comisiones y me apoyo en ella en muchos otros aspectos. Aunque me gustaría que los pequeños municipios tuviéramos el peso que merecemos.
-¿La pandemia ha cambiado el quehacer, el concepto de la política local? ¿En qué sentido?
Creo que la pandemia ha reafirmado la necesidad de la política local, de la cercanía de los políticos y las instituciones con los ciudadanos. Al final los Alcaldes y Alcaldesas somos la primera referencia de las vecinas y vecinos.
-¿La política local que venga, la acción local, cómo será/cómo debería ser?
La política local en los municipios pequeños como Bonansa, ya es muy directa, con una relación con los vecinos sin intermediarios. Esto debería mejorar en los grandes municipios donde la política se siente más lejana. Creo que este país necesita una segunda descentralización desde las Comunidades Autónomas hacia las entidades locales, creo que después de 40 años de Ayuntamientos democráticos hay que buscar fórmulas para seguir acercando la gestión a los ciudadanos, para empoderar a las comunidades locales. Para que los entes locales seamos de una vez «mayores de edad».