“La FEMP nació para ser el faro del municipalismo español”
Fue uno de los que estuvo allí. De hecho, estaba antes de que todo empezara, y después, además de ser testigo directo, siguió estando y escribiendo de ello, de la FEMP y, por extensión, del municipalismo: La nación española, jalones históricos; Historia del municipalismo español; y Municipios y provincias: historia de la organización territorial española. Hablamos con Enrique Orduña, actualmente Secretario General de la OICI (Organización Iberoamericana de Cooperación Intermunicipal).
– ¿Por qué nace la FEMP?
-La FEMP nace porque una vez constituidos los Ayuntamientos democráticos necesariamente tenía que surgir una asociación de municipios, que ya estuvo diseñada muchos años antes con la Unión de Municipios Españoles (1926-1940)… No fue una idea, era una necesidad manifiesta que había que crear un organismo de asociación de municipios.
– ¿Y para qué la FEMP?
-Fundamentalmente para la defensa de la autonomía municipal y la defensa de los intereses locales, los asuntos de competencias y la defensa de la financiación…, para hacer una especie de faro del municipalismo español.
-Las elecciones municipales, a las que hacía referencia, fueron en el 79. La constitución de la FEMP, como tal, es en el 81, pero todo empieza en el 80. ¿Cómo era el municipalismo español en esa época?… ¿Qué virtudes y que defectos tenía?
-El poder local estaba empezando a encontrarse con múltiples problemas porque el municipalismo español, en los últimos 20 años antes de las elecciones del 79, había llevado una vida muy buena, pero muy lánguida… Había muchísimos problemas por resolver, infinitos problemas, económicos, sociales, de infraestructuras, de protección del medio ambiente, protección del entorno urbano, del patrimonio… ¿Virtudes?… Bueno, pues en aquellos tiempos, que fueron los primeros años, todos teníamos una gran ilusión…
– ¿Como eran aquellos Alcaldes comparados con los Alcaldes de ahora?
-Pues tampoco es que haya una gran diferencia, sobre todo cuando se llega a los cargos municipales con ilusión. Pero aquellos tenían la ilusión de emprender lo que tenían por delante, todo esrtaba por hacer…: canalizar las aguas residuales, conseguir que todos los servicios llegasen a todos los municipios de España… Hoy tienen también mucha ilusión, pero ya no es el desierto que había entonces…
-Refieres en tu libro (Historia del Municipalismo Español, Ed. Iustel) que Tierno Galván fue quien agitó todo, más o menos, cuando empezó a llamar a los Alcaldes. ¿Qué papel juega Tierno Galván, el Alcalde de Madrid, en el nacimiento de la FEMP, en aquella reunión que citas que hubo en el palacio de Adanero?
– En el Palacio de Adanero estaba el Instituto de Estudios de la Administración Local, que se creó en el año 40 como un órgano más de la Administración del Estado (aunque se había comprado con las aportaciones de la Unión de Municipios Españoles de la época). Cuando los Alcaldes se plantean hacer una asociación piensan que el lugar idóneo es el Instituto, primero por ser heredero de una tradición y, segundo, porque parcialmente había sido comprado con dinero municipal, a través de créditos con el Banco de Crédito Local… Bueno, pues allí es donde se hacen las primeras reuniones y donde se instala la FEM, que fue el primer nombre (luego llegaría la “P”)… Yo fui testigo de cómo se instaló allí… en unos locales, en un gran salón en la primera planta y en unas oficinas al lado, en los despachos que habían alojado en tiempos la Tesorería del Instituto, el Servicio de Publicaciones y alguna cosa más, pero suficiente.
-De esa reunión promovida por Tierno surgió la Gestora con Pedro Aparicio, Alcalde de Málaga, al frente…
– Pedro Aparicio era uno de los Alcaldes más caracterizados… En la reunión surgió un tema: el Ayuntamiento de Madrid, por razón de la capitalidad de España, siempre asumía un gran protagonismo, mucho más cuando contaba con una persona tan emblemática como era Enrique Tierno Galván… Pero al final, se terminó concluyendo que el Ayuntamiento de Madrid era uno de los puntales de la FEM, muy importante, pero que la política de la FEM la iban a trazar los que entonces formaron el primer consejo directivo…
-Todo este movimiento que se estaba produciendo, por lo que tu recuerdas, ¿cómo lo veía el Gobierno?
-El Gobierno de la UCD, por un lado, lo apoyaba. También le preocupaba un poco ver las posibles consecuencias, pero a la vez se daba cuenta de que se estaban canalizando a través de la FEM muchos problemas, como manifestaciones populares, críticas, quejas.. eso lo veían bien. El problema, para ellos, era que la mayoría de los Ayuntamientos, los líderes, los Alcaldes, Concejales, eran de un signo político distinto a la UCD…
-Llegamos a 1981, en Torremolinos, Málaga. ¿Cómo recuerdas aquella constitución de la FEMP, ya de manera formal?
-Me acuerdo muy bien de la Asamblea que se hizo en Málaga…, participamos los del Instituto, la mayor parte de la gente fuimos allí de apoyo a la FEM, al nuevo organismo que se estaba constituyendo… Recuerdo los discursos, hechos con pasión…, y las opiniones, que eran coincidentes de todos…
-Sale de allí la primera Comisión Ejecutiva presidida por Pedro Aparicio, ¿Cómo empieza a funcionar esa Comisión Ejecutiva?
-Enseguida empiezan los problemas económicos del mantenimiento de la asociación. Hubo apoyos, no solo las cuotas, y acuerdos en la Asamblea… Y algo que me sorprendió bastante: un gran número de asociados, casi 1.500, lo que quería decir que tenía un eco muy importante y que la gente sabía muy bien lo que necesitaban: había que crear una Asociación municipalista que defendiese unos principios y tratar de canalizar todas las cuestiones que pudiesen surgir en aquel momento.
-1981, ya ha nacido la FEMP. Ahora que estamos celebrando sus 40 años. Si haces la visión retrospectiva, ¿cuáles han sido, a tu juicio, los momentos determinantes?
-La FEMP ha tenido unas épocas muy buenas… Ha tenido momentos muy importantes, sobre todo en la consolidación de los primeros años, las primeras Asambleas…, desde que cesa Pedro Aparicio y entra el Alcalde de Zaragoza, Sáinz de Varanda, al que le sucede Tomás Rodríguez Bolaños que, yo creo, marca un antes y un después.
A mi juicio, la FEMP ha cumplido su misión con bastante eficacia, incluso con los gobiernos del mismo color. Los Gobiernos han encontrado con “una muralla” en la FEMP. La FEMP mantenía sus criterios y eso ha sido muy importante.
– ¿Porque dices que Bolaños marcó un antes y un después?
-Comienza a ser un ejemplo en el ámbito internacional. En América, no tanto en Europa, estaban fijándose en el modelo de la FEMP española.
– ¿Qué nombres propios crees que marcaron, o han marcado, la trayectoria de la FEMP?
-Hay personas que marcan un poco las pautas. Ya hemos citado a Tierno Galván, claro está, en Madrid. Luego, por ejemplo, la gente de Andalucía, que era muy importante: Miguel Ángel Pino, Presidente de la Diputación de Sevilla; Antonio Jara, Alcalde de Granada; Pedro Aparicio, que siguió siendo Alcalde Málaga durante muchos años hasta que se fue a las instituciones europeas…; luego estaba el Alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez que será, posteriormente, Presidente de la FEMP…; el que fue Presidente de la Diputación de Guadalajara, Francisco Tomey… O, si me permites, en otro plano, pero muy relevante, el Alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, porque no quiero olvidar que la FEMP fue uno de los objetivos de terrorismo y tuvo que luchar y mantener el pulso firme haciendo condenas, no dando un paso atrás nunca…
-Enrique Orduña, ¿El presente y el futuro de la FEMP, cómo lo ves?
-Durante la pandemia, los últimos nueve meses, el protagonismo de la FEMP ha sido fundamental porque se habla mucho de las Comunidades Autónomas o del Ministerio de Sanidad, pero, claro, ¿quién ha trabajado a pie de calle?. La FEMP, los Ayuntamientos y las Diputaciones son los que ha tenido que luchar, sin competencias, además, con escasas competencias… ¡Han tenido que hacer milagros!
Y luego está el eterno problema la lucha por la suficiencia financiera que sigue ahí. Pienso ¿pero bueno, cómo es posible que en un Estado descentralizado los Ayuntamientos sigan con el 14 % de participación en el gasto público?… Ese es uno de los problemas. Pero soy optimista. No creo que el sector local pase del 14 al 28, pero, bueno, sí puede subir bastante dada la capacidad que tiene de reacción.