«La Administración Local es el camino para demostrar que la política mejora la vida de la gente»
Carlos Fernández Bielsa, Alcalde de Mislata.
-¿Por qué la política local? ¿Qué te lleva a la política local?
Conozco la política desde bien joven; me ha gustado siempre estar al tanto de los problemas sociales y sumarme a las reivindicaciones. Siempre he querido participar en los procesos de toma de decisiones, posicionarme del lado de los colectivos más necesitados, conquistar más derechos universales, luchar por la igualdad, y creo que la administración local es la herramienta más útil para demostrar día tras día que la política es una herramienta para mejorar la vida de la gente.
-Alcalde… ¿para qué Alcalde?
Presenté mi candidatura a la alcaldía tras trabajar varios años como economista en una empresa privada. Porque creía que mi ciudad, Mislata, necesitaba un cambio urgente de políticas. Mi intención era dar un giro de ciento ochenta grados, y durante una etapa tan delicada como una crisis económica, hacer frente a las necesidades de los más débiles y promover un crecimiento sostenible y eficiente de la economía, del empleo, del bienestar social, pero también de la cultura, del medio ambiente, el deporte y la educación. Hoy seguimos soñando con una ciudad mejor, y me reconforta saber que lo estamos consiguiendo.
-El primer contacto con la FEMP… ¿cuándo y cómo sabes de ella? ¿qué sabes de ella? ¿qué relación tienes con la FEMP, la usas?
En política aprendí muy pronto que la unión hace la fuerza; que las instituciones y administraciones se tienen que unir para conseguir mejores objetivos, y dar mayor repercusión a los cambios. En ese sentido, conozco bien el trabajo de la FEMP porque además tuve la oportunidad de ser Presidente de la Comisión de Cultura, y sé que trabajar conjuntamente por el bien de todos los municipios es importante para conseguir avances sociales. Desde Mislata seguimos alineados con la FEMP en esa labor diaria de detectar necesidades y sumarnos a aquellas propuestas que nos ayuden a progresar.
-¿La pandemia ha cambiado el quehacer, el concepto de la política local? ¿En qué sentido?
La pandemia ha cambiado casi todo. En muy poco tiempo, hemos tenido que esforzarnos en modernizar las administraciones y activar los mecanismos de una gestión telemática, facilitando a la ciudadanía canales para resolver sus problemas desde casa; con nuevas herramientas y mejor comunicación. Si los ayuntamientos siempre han sido la primera puerta a la que llamar cuando existe un problema, ahora se han convertido en el primer teléfono, en la asistencia puerta a puerta: el brazo más cercano de atención a la ciudadanía. La política local se ha vuelto a poner en valor y ha demostrado una enorme capacidad de resolución de problemas comunes, con la prioridad puesta en la salud y en la protección de las personas, especialmente de las mayores, de las que más atenciones necesitan.
-¿La política local que venga, la acción local, cómo será/cómo debería ser?
Deberá ser más participativa. La política no tiene sentido como normas impuestas; el diálogo tiene que ser la tónica, el día a día. Así, el contacto directo con los colectivos, la petición de consulta, de opinión en la toma de decisiones debe ser esencial en la nueva etapa. Y creo que además deberemos mostrarnos más solidarios en la búsqueda de la igualdad; porque en esta crisis global los colectivos vulnerables van a necesitar un nuevo empuje para salir adelante, para reinsertarse en el mercado laboral. Todo, con el objetivo de no dejar a nadie al margen. Las políticas para las personas deben ser lo primero. Y cuidaremos su entorno, la protección medioambiental, la accesibilidad a los servicios básicos y por el bienestar conjunto de la ciudadanía.